En el artículo anterior sobre equipo vimos que la diferencia ente un equipo y un grupo es que el equipo se compone de personas que comparten un objetivo y tienen la motivación de lograrlo juntos. Este objetivo común lo marca el líder y a todo el equipo le corresponde conseguirlo. ¿Qué papel juega la motivación en un equipo? Es el motor necesario, la fuerza que empuja a lograr el objetivo.
Un equipo motivado es capaz de lograr resultados que sus miembros difícilmente alcanzarían de forma individual, pero no es solo responsabilidad suya. Es imprescindible que el líder provea a cada uno con las herramientas que necesita para motivarse y desempeñar su función en el equipo.
El primer paso que tiene que dar el líder es fijar el objetivo común y transmitir al equipo el propósito que hay detrás del mismo. Una vez que ya conocen el objetivo, es necesario empoderar al equipo poniendo en valor las fortalezas individuales de cada uno para lograrlo. Para ello, tenemos que conocer el talento, competencias y habilidades de cada uno de los miembros y animar a usar sus diferencias como una palanca y no como un freno.
Una vez que cada miembro del equipo conoce su rol y función, hay que delegar y generar un ambiente sincero y de confianza que permita tanto el error individual como el colectivo, dentro de un clima de apoyo y respeto entre todos los miembros.
Durante el proceso hay que hacer un seguimiento de la evolución del trabajo, organizando reuniones ágiles y eficaces en un excelente clima de escucha y feedback que permita tomar decisiones de calidad. Reconocer y valorar el trabajo realizado anima a compartir y celebrar los logros conseguidos.
El líder que permite que el equipo tome decisiones delegando su poder, pasa del control a la corresponsabilidad y los dota de las herramientas necesarias para motivarse tiene prácticamente asegurado el éxito.
Estas son algunas herramientas para crear equipo: a hacer equipo también se aprende.
Isabel Juárez
