- ¡Carmen para el examen de Conocimiento del Medio de la semana que viene es importante que te estudies desde la página 38 a la página 52!
Esta premisa podría ser perfectamente dicha por una profesora de primaria de hace una década. Pero con el paso de los años, la velocidad de la información y la Pandemia de por medio las escuelas están viviendo un cambio de paradigma. ¿Qué significa? que cada vez más se trabaja con proyectos, es decir, una profesora hoy diría algo como:
- Carmen para la semana que viene, vamos a profundizar sobre el tema del Paleolítico. Tu grupo, el número 5 construiréis para el próximo jueves una cueva donde aparezcan pinturas rupestres y nos haréis una exposición sobre la misma.
Esto puede parecer algo baladí, pero está cambiando la mentalidad de muchos de los jóvenes de la llamada “Generación Z” que empiezan a trabajar en estos momentos en empresas multinacionales donde la cultura empresarial se está quedando obsoleta.
Si hace unos años nuestra educación era una educación de arriba hacia abajo, donde un mandatario, en este caso un profesor nos decía el qué estudiar y el cómo hacerlo, para luego vomitar una información en un examen y quizás en mucho de los casos eliminarla a los cinco minutos de nuestras propias memoria RAM. Hoy en las escuelas se facilita el QUÉ y te liberan del CÓMO para que desarrolles tu propio método, para que sientas libertad de poder elegir el infinito número de caminos existentes para llegar al mismo fin.
Si esto lo extrapolamos a las empresas, estamos ante, de nuevo, un cambio de método. Los nuevos empleados vienen con otros tipos de mentalidades, con perfiles más autónomos e internacionales, pudiendo trabajar desde casa para empresas de Singapur, Londres o Nueva York. Eligiendo sus propios horarios, escogiendo sus tiempos para poder estar con su familia o poder realizar yoga por las mañanas. Además, si sus jornadas son de ocho horas, a la hora de salida no harán dos horas más por miedo a lo que pueda pensar la jefa sobre su productividad. No conocen esa frase de “A las cinco y media de la tarde a Carmen se le cae el boli”, de lo rápido que se esfuma de su escritorio para salir de la oficina. No conocen este tipo de expresiones y si se las comentaran seguramente te dirían; “no necesito más de ocho horas de trabajo, me sé ajustar a mi horario y por otro lado mi tiempo es lo más importante para mí”. Y es que las necesidades están cambiando, quizás esa pirámide de Maslow se irá transformando con el paso de los años, porque lo que realmente era importante hace veinte años como tener una estabilidad, una casa y comprometerse con un trabajo para toda la vida, hoy es más relevante, el ámbito social, la autoestima y seguramente saltarnos niveles dentro de la Pirámide de Maslow y rozar con los dedos una necesidad constante de “autorrealización”.
Así pues, si nuestro método de estudio está cambiando y con ello la mentalidad de ejecutar de muchas personas y las necesidades se están priorizando de una manera diferente ¿Cómo debemos plantearnos un nuevo liderazgo?
Desde AMAGI apostamos por liderar sobre el QUÉ y liberar el CÓMO.
¿Esto qué supone?
A la hora de realizar cualquier proyecto dejar el QUÉ es decir, el objetivo, totalmente definido. Y cuando decimos totalmente definido, significa, no sólo plantear el resultado final y el cuándo deberá ser presentado, sino todos los detalles que son importantes para la organización y que harán que el proyecto o el producto sea diferente con respecto a la competencia. Y en esta primera etapa, como líderes, podremos tirar de perfeccionismo. Si nuestra empresa es experta en hacer helados de fresa con una cobertura de chocolate blanco y frambuesas liofilizadas. El objetivo será realizar este tipo de helados, sabiendo cuántos gramos tiene la cobertura, de dónde provienen las frambuesas liofilizadas, qué tipo de manteca se utilizará para el chocolate blanco etc. Y no se podrá flexibilizar ninguna de estas especificaciones porque cada una de ellas hablan de nuestras formas de hacerlas cosas, de nuestra imagen, de nuestra cultura empresarial, de nuestro valor añadido.
Lo que sí se puede liberar es el CÓMO. El proceso de producción, el tiempo intermedio entre el objetivo claro, definido y concreto y el resultado final. Aquí sí hay fomento de la creatividad, si hay libertad de horarios, sí hay autonomía, sí hay un desarrollo de la confianza más allá de trabajar desde casa para una empresa que no te conoce como persona porque su sede se encuentra en Tokio y tú resides en un pueblo de Málaga de nombre Nerja.
Y aquí hay de nuevo, un cambio de paradigma donde “el mandar” se difumina cada vez más, para dar paso a un “liderar” que, a diferencia del primero, una persona lidera cuando posee una autoridad que, aun no estando reflejada en ningún documento, es avalada, merecida, aceptada y reconocida por el grupo al que pertenece.
Liderar pues sobre el QUÉ es tener muy claro quiénes somos como empresa, quiénes son nuestros trabajadores, quién es nuestro público y qué queremos dejar ver de nosotros en cada una de nuestras creaciones. Liberar el CÓMO, es reconocer que cada persona es un camino diferente, que hay muchas verdades que te transportan a un mismo resultado, que la autonomía profesional y personal pueden ser la palanca perfecta para generar arraigo y pertenencia.
El ser humano da desde la libertad de elegir.
Y la exigencia en los CÓMO puede ser la estrategia más efectiva para que la otra persona no nos dé lo que necesitamos.
En AMAGI somos expertos en liderar desde el QUÉ y hacer liberar los CÓMO en los equipos.
¿Te atreves a vivir un viaje donde soltar es la clave del éxito?
